miércoles, 5 de mayo de 2010

Videos sobre Málaga






La Semana Santa

Nuestra Señora De La Soledad ( Mena)


La Semana Santa malagueña es famosa en España y en extranjero. El malagueño, con su vivacidad andaluza, su riqueza imaginativa, su exaltación, vive intesamente los días santos. Y cubre a las imágenes de luces, de flores y de pedrería, como obsequio filial, mientras acompañas al Señor ( en figuras barrocas, en las que cada músculo señala una actitud patética) con los pies descalzos, con cadenas o con una cruz a cuestas, siempre bajo el antifaz del capirote, que hace anónima su ofrenda intema. El aire se llena de aromas, y triunfa sobre todos el del azahar, con la cera y el nardo. Este es ambiente en el que surgen las peculiares " saetas", canto único que recoge influencias ancestrales y en el que se mezclan el gregoriano y el flamenco, la seguiriya y el martinete.

Las escenas de la Pasión del Señor son representadas en cincuenta y dos tronos, que desfilan desde el Domingo de Ramos, con la entrada de Jesús de Jerusalén, popularmente llamada "Cofradía de la Pollinica" hasta la Resurrecci´n, con la precisión de Cristo Resucitado, en la que figuran polícromas y fulgurantes las representaciones de todas las hermandades reunidas en la Agrupación de Cofradías.

Como en todo el litoral mediterráneo, se da en la tierra malagueña una flora que se asemeja a la de Tierra Santa, Y esta semejanza se observa, particularmente, cuando llegan los dias de la Pasión del Señor.

En la mañana luminosa del Domingo de Ramos, hay procesiones de fieles, con palmas y olivos, en cada iglesia. Pero la gala visual de despliega por la trade, al salir las cofradías: la de Ntro. Padre Jesús a su entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo, la del Prendimiento, la Hermandad de la Cena, la de la Oración en el Huerto.....

Cristo De La Buena Muerte (Mena)

sábado, 1 de mayo de 2010

Pablo Ruiz PICASSO


Autorretrato Pablo Ruiz Picasso




Una de las ciudades más pródigas de España, por lo que a artistas se refiere, ha sido Málaga. Pintores, escultores, músicos, escritores, poetas, investiadores, actores, etc., ha habido y los hay , disgregrados por todo el orbe.

Pablo Ruiz Picasso vio por primera vez la luz en 1881, en esta bella Cpital de la Costa del Sol. Y el transcurrir de los años y la ausencia de su Málaga querida, no podrán hacerle mermar, lo más mínimo, el cariño, el recuerdo, la añoranza de la ciudad que la vio nacer.

Para Pablo Picasso, su plaza de La Merced, con el obelisco a Torrijos y los árboles que la circundan, ha quedado grabada para la eternidad en su mente. Y lo mismo en las calles que su niñez y juventud recorrió tantas veces, y la Escuela de Bellas Artes, donde inició su aficción pictórica. Málaga entera, desde el Bulto a la Coracha, como escribió Arturo Reyes, no puede olvidársele ni un solo momento. Tanto es así, que allá en la Francia que lo acogió con los brazos abiertos, en su finca de recreo, hay un balcón orientado a Málaga, donde estaba horas enteras viendo pasar por su imaginación ese biznaguero que alza la penca y pregona(como en Málaga só se hace) la olorosa mercancía, o al cenachero con los pantalones a media pierna y llebando en los cenachos poquerones del alba.

Picasso no olvidó a Málaga y Málaga no olvida a Picasso; no puede olvidarlo, porque lo tiene en sus cuadros, en sus dibujos, y lo tiene de una forma más íntima en el Museo Provincial de Bellas Artes, donde en una sala se consevan objetos de su casa: la silla donde su madre hacia las labores, las canastilla con los enseres de coser y punto, los cuadros que un día adornaban los muros de su casa, las primeras obras de Picasso.

Málaga no olvida a este genio universal, que por destino de Dios, vino a nacer en uno de los rincones más bellos de España: la capital de la Costa del Sol.


El pintor y su modelo














Monumento a Picasso, obra en bronce del escultor Ortiz Berrocal.